La
casa de María estaba al lado de la carretera que iba a Marbella
desde la Víbora.Un día jugaba en la puerta de su casa cuando
sorprendida le dijo a su madre Tomasa: “Mamá, mamá, mira ese
hombre como lleva el perro en la bicicleta” (y es que el can iba
sentado detrás del sillín cual figura humana).Ese es Luis Quero, le
dijo su madre.Esa vez fue la primera vez y la última que mi madre
vio a su futuro suegro, y es que fue asesinado por el bando
republicano pocos años después, ametrallado y quemado junto a otros
en el castillo de Fuengirola.Tenía fama de gran cazador y los
señoritos de Málaga lo requerían cada dos por tres para sus
batidas de cacería.Era alto, rubio y muy guapo según quiénes le
conocieron.Mi madre tenía unos ocho o nueve años cuando lo vio con
su bicicleta y su inseparable perro, de camino hacia no se sabe donde.
Unos
años más tarde y ya pasada la guerra, mi padre fue a trabajar para
sacarse un sueldo escardando el trigo en La Jícara, la finca de mi
abuelo materno.Allí fue donde conoció a mi madre, ya que las
mujeres también escardaban el trigo cuando terminaban de amasar el
pan o lavar la ropa.Un día, cuando trabajaba al lado de mi tío Pepe
le dijo:”Me gusta tu hermana”.Así fue como se enteró que la
pretendía, y ella se alejaba lo máximo que podía de él cuando tenía
que trabajar en el campo, ya que tenía que salvaguardar su honra, y
que no la tildaran de mujer fácil.Un tiempo después, en un pozo
había un rosal precioso completamente florido ya que era plena
primavera, mi padre cogió una rosa y le dijo a una prima de mi
madre:”Dásela a María de mi parte”, y ella fue gritando la
noticia: “una rosa para María, sí, de Juan.....”Un tiempo
después, un tío de mi madre llamado Pepe organizó un baile, en el
que mi padre sacó a bailar a mi madre y fue obsequiada con una
cadenita (que según mi madre no era de oro ni ná, de las que
cambiaban las gitanas por algo de comida).
Mi
abuelo Francisco no lo quería porque era muy pobre.Diez años
estuvieron de novios.
Ya
han pasado veintiún años desde que murió mi padre.Hoy me dice mi
madre, al recordarle este dato, que siempre le decía que él moriría
antes que ella.
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